Mi otro pequeño mundo

“Mi Rincón de Otoño”, es un blog creado para todo aquél que le apasione leer, escribir, conversar, filosofar, lo artístico y creativo... Un espacio diseñado especialmente para aquellas personas que se atreven y les fascina soñar.

Desde este rincón te invito a entrar, comentar o compartir conmigo todo aquello que desees, te agrade o inquiete, ya sea mucho o poco, eso no importa... Pues sin duda será una gran aportación dentro de este universo que entre todos estamos creando. ¡Adéntrate a descubrir este pequeño mundo!

sábado, 27 de marzo de 2010

Supervivientes...



Supervivientes, somos todos... aunque a veces creamos luchar por todo aquello que nos hace felices. Supervivientes en un mundo de egoísmo e hipocresía. Existen también cosas maravillosas, gracias a la importancia de tener un alma que nos hace ser quienes somos y una personalidad que durante nuestra vida hemos ido confeccionando. No hay unos mejores que otros, pero si somos diferentes. Supongo que la clave debe estar en conocerse, aceptarse y respetarse. No podemos esperar hechos ni acciones de otras personas, pero si podemos aceptarlas como son y actuar nosotros en consecuencia. De ahí tantas veces las decepciones, cuando esperamos o "no esperamos" algo de alguien, cuando en realidad somos nosotros mismos los únicos que estaremos ahí siempre.

Qué curioso... una complejidad más del ser humano, sociable por naturaleza. Necesitamos tener a otros a nuestro lado, sin embargo nuestra propia persona en su autodefensa, sabe como individualizar y protegerse de aquello que cree que puede hacerle daño. Qué contrariedad... cuando muchas veces, quien más daño puede hacerse, es en realidad uno mismo.

Estas líneas no son más que una mera reflexión desde un "yo" interno, en una conexión de palabras y pensamientos que no pretenden ser más complejos ni más ciertos que otros. Sencillamente siento que el plasmarlo, es una forma más de "sobrevivir" para intentar VIVIR desde lo más profundo.

viernes, 12 de marzo de 2010

El horizonte; un camino..



El horizonte asoma ante mí. Estupefacta porque no alcanzo a verlo, no en su plena y evidente línea bien definida. Avanzo sobre mis pasos, y sobre los tuyos... los pasos de todos aquellos que me importan, con los q desearía poder caminar. Recorro los senderos que creo me llevarán hasta la cima. Nadie dijo que el camino fuera fácil, pero tampoco nadie me avisó de lo difícil que podría llegar a ser.
Uno solo aprende cuando vive, cuando camina... cuando aun muy lejos de su meta, sienta que ha disfrutado con algo tan simple como contemplar un paisaje. Es fundamental no apresurarse por llegar, sino saber detenerse, respirar profundamente y observar lo bello de un lugar en calma, del espectáculo de colores que se dibuja ante un ATARDECER... Una SONRISA cálida, la CARICIA de un ser querido, la MANO que nos tiende un amigo, las GRACIAS de aquél a quien hemos podido ayudar y la SATISFACCIÓN nuestra de haber servido de algo, una bonita PALABRA de alguien con quien nos cruzamos cada día en el autobús, un TE QUIERO de verdad... Creo que deberíamos valorar más los detalles que nos acompañan cada día y quejarnos menos por aquello que no podemos tener. En definitiva, aceptarnos tal y como somos, y aceptar la vida tal y como nos viene. Aunque, he ahí el eterno dilema... pues el ser humano es inconformista por naturaleza... ¿y como luchar contra nosotros mismos?
Aunque jamás lograra llegar a la cima, quiero hacer fotos en mi memoria de toda la escarpada, detenerme, coger aire y admirar todo lo que tengo a mi alrededor. No importará entonces si llegué a la cima, si almenos pude avistar el horizonte...