Mi otro pequeño mundo

“Mi Rincón de Otoño”, es un blog creado para todo aquél que le apasione leer, escribir, conversar, filosofar, lo artístico y creativo... Un espacio diseñado especialmente para aquellas personas que se atreven y les fascina soñar.

Desde este rincón te invito a entrar, comentar o compartir conmigo todo aquello que desees, te agrade o inquiete, ya sea mucho o poco, eso no importa... Pues sin duda será una gran aportación dentro de este universo que entre todos estamos creando. ¡Adéntrate a descubrir este pequeño mundo!

domingo, 10 de octubre de 2010

Dulce otoño



El otoño llama a nuestra puerta en esta tarde de octubre. En la ventana las gotas de lluvia resbalan hasta morir lentamente en el alféizar, y en la calle, el silencio se vuelve aplastante y casi misterioso. En casa, todo me evoca a esas películas americanas que transcurren en algún barrio de NuevaYork, en uno de esos apartamentos aparentemente sosegados, pero llenos de historias que contar. A veces sentimos escapar de nuestra mente e incluso de nosotros mismos, pero el corazón siempre nos recuerda quienes somos. Más que quienes somos, como nos sentimos.

Para mí el otoño siempre fue la estación con más encanto del año. La transición entre la calidez y el sol del verano al crudo frío del invierno. Una época que se traduce en rescatar las primeras ropas y abrigos del armario, el caer de las hojas de los árboles del parque, donde a su vez, anochece más temprano. Un tiempo en el que el tiempo parece cambiar de dimensión, como cambia la tonalidad de colores de los paisajes… Los marrones, rojos y anaranjados adornan los bosques y las luces de las farolas de las calles nos recuerdan que la tarde nos anuncia la llegada de una noche en calma, más mística y bohemia que aquellas alocadas propias del verano que acabamos de dejar atrás. Llega el tiempo de la reflexión, de los paseos a media tarde, de las charlas en agradable compañía con un buen té o chocolate caliente, de las salidas al cine o una buena peli en el sofá de casa. El otoño invita a disfrutar de los pequeños placeres y la comunicación con nosotros mismos. Son momentos que inspiran, evocan, producen nostalgia, pero son infinitamente hermosos. Cualquier tarde de otoño puede ser perfecta para comenzar a escribir un libro, una historia, o una nueva vida que comienza. En esta época, me siento más conectada con mi mundo interior y a su vez, intrigada por indagar en el exterior.

En esta tarde de octubre, los sentimientos y la melancolía están a flor de piel. No deseo recrearme en ello, pero si quisiera aprovecharlo para crear algo, una nueva historia, un nuevo episodio que con esta etapa ya se abre camino... Bienvenido a mi hogar dulce otoño.

jueves, 9 de septiembre de 2010

El tiempo en nuestras manos


El tiempo no es más que tiempo. Pero sabemos que al escapar de sus garras, solo huimos de nosotros mismos ¿Qué sería de nosotros si pudiéramos controlar el tiempo? Todo sería infinito o inexistente… todo o nada.


Sentimos cada día como la vida se pasa ante nuestros ojos y en ocasiones, casi no nos da tiempo a pestañear. No sabemos que ocurrió con aquella historia que jamás logró ser contada, aunque en nuestro interior, siempre formará parte de nosotros. A veces vivimos sin implicarnos en grandes acontecimientos, sin grandes sacrificios, creyendo aun así que de ese modo estamos en armonía con la vida y con el universo. Sin embargo, nadie nos enseñó que no solo basta con hacer acto de presencia en este teatro de la vida, viéndola como espectador desde la butaca.

No es primordial buscar grandes retos para lograr grandes metas… Pues en el camino, lo importante no es únicamente llegar a la cima, sino disfrutar de los pequeños momentos, los detalles… de esas flores que brotan junto al sendero para adornar de color y de vida los minutos más hermosos y también los más duros.

El tiempo se nos escapa, si… ¿Pero qué es el tiempo si no lo que poseemos ahora? Lo verdaderamente sabio es vivir eligiendo ser felices y haciendo felices a quienes nos importan, reír como si nada mereciese nuestras lágrimas y amar como deseamos que nos amen. El tiempo es breve, pero hoy aun existe… Levantaré la vista a un horizonte de futuro incierto, pero no sin antes fotografiar en mi mente cada flor digna de ser admirada y cada momento creado para ser inmortalizado. El tiempo es solo tiempo; pero el TIEMPO de tu vida, solo a ti te pertenece.

martes, 6 de julio de 2010

Descubriendo el amor



Su vida en realidad jamás fue suya... Clara sentía que desde bien pequeña, todos se empeñaron en marcarle los pasos y en su ingenuidad juvenil, no solo se vió obligada en numerosas ocasiones a hacer lo que los demás esperaban de ella, sino que tenía cierta debilidad siempre en dar más de lo que estaba acostumbrada a recibir. Pero no es de su extrema bondad de lo que quiero hablar, sino en lo sorprendente que resulta cuando el amor aparece en nuestra vida y nos cambia para siempre.

Clara jamás había conocido a nadie como Ángel. Hasta entonces, sus intentos de relaciones habían desembocado en fracaso, desengaño o dejadez. A sus treinta y tantos y con un vestido de novia frustrado en el baúl de los recuerdos, sentía que su vida hasta entonces solo era una pequeña sombra de lo que hubiera deseado. Pues aunque tuviera un buen trabajo, una buena situación social y personas a su alrededor, se seguía sintiendo vacía. Había amado, si, pero… ¿podía decir que alguna vez se sintió amada?

Ángel era el dueño de un café con encanto y esencia, donde siempre solía ir cuando se sentía triste y apagada. Rodeada de plantas, cuadros, esculturas orientales, velas y un karma de armonía que caracterizaba a aquél lugar, se sentía como en casa. Normalmente, con su té con limón en la mesa y una pluma en la mano, se pasaba horas sentada escribiendo y en reflexión consigo misma. Su reiterada asiduidad al local y su constante comportamiento introspectivo en el mismo, no fue si no motivo de que él se interesase por su persona y le diera conversación.

- ¿Cómo alguien tan especial como tú puede sentirse tan triste? - Le dijo con dulzura.
- ¿Especial? Gracias, pero… no me conoces ¿cómo puedes pensar eso? - Contestó Clara.
- No tengo más que mirarte a los ojos para darme cuenta - Le dijo con media sonrisa. - ¿Qué te sucede mujer? ¿Tan grave es? -

Clara no contestó en aquél instante, solo le devolvió la sonrisa y le restó importancia.

Al día siguiente volvió, y al otro también y al otro… Y de ese modo descubrió al cabo de unos días, que ya no iba al café para lamentarse. Ahora tenía una mejor razón para ir y era para encontrarse con Ángel. Él cada día tenía palabras bonitas para ella y dedicaba al menos, cinco o diez minutos de su tiempo, aunque su trabajo se lo impidiera, para conversar con ella o simplemente escucharla. Ella se sentía bien sabiendo que él elegía sentarse a su lado y Ángel admiraba su bondad y la espiritualidad que ella le transmitía. Así fue como empezó todo…

A menudo Clara pensaba en las repetidas veces que había intentado buscar el amor. Encontrar a ese alguien que, donde quiera que estuviese, no daba señales de haber existido jamás. Se había sentido engañada, decepcionada, dolida y profundamente agotada… Y después de todo ese cúmulo de sentimientos, solo le quedaba vacío. El vacío de un alma rota. Pero encontrar a Ángel, de manera tan inesperada y aprender a descubrirlo, así como descubrirse a si misma, le había abierto los ojos hacia una nueva luz en su camino que creía ya fuera de su alcance. Con él aprendió a disfrutar de una persona que sabe amar sin condiciones, sin prejuicios, que día a día le demostraba todo cuanto ella necesitaba, aprendió a disfrutar también de ser ella misma y a admirar y valorar lo que ambos estaban compartiendo. Pues en realidad, el amor no es más que compartir momentos e ilusiones con quien realmente deseas estar y que te acepta y respeta tal y como eres.

Aunque el amor a veces duela, por diversas o interminables circunstancias, no hay nada más hermoso que esa sonrisa que se te escapa cuando piensas en él y sabes que él también está pensando en ti.

domingo, 4 de julio de 2010

Su pequeño universo


La pequeña Paula no sabía porque se sentía tan triste aquella mañana. Tenía doce años, un breve pasado tras sus espaldas y un largo futuro ante sus pies. Sin embargo, sabía que algo había cambiado dentro de ella.

Hasta aquél preciso momento, nunca encontró motivos para sentirse desdichada, pues gozó de una infancia feliz y unos padres que la querían y cuidaban por encima de todo. No sabía exactamente porqué se sentía diferente, apática, melancólica, solitaria… Lo único que llegó a entender fue que ya no era la niña que había sido hasta entonces. En su entorno familiar, e incluso de amistades, se sentía incomprendida y perdida… Como si tuviera que enfrentarse a un mundo desconocido y lleno de enigmas ella sola. Y así era en realidad. Así nos ocurre a todos cuando alcanzamos la madurez; solo que para Paula habían sido inesperados esos sentimientos.

A Paula le apasionaba leer y pasear por el campo junto a su perro y mejor amigo Baddy, por lo que en aquellas vacaciones veraniegas, cada tarde se llevaba un libro y con la compañía del animal, pasaba horas entre árboles y flores. Por su último cumpleaños, su madre le había regalado un libro “El Principito” que la muchacha comenzó a leer con mucho entusiasmo. Como el protagonista del cuento, Paula también se formulaba muchas preguntas sin hallar respuesta. Poseía el mismo espíritu de bondad y deseos de conocer todo lo que le rodea, de indagar por descubrirse. “Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que cada uno, pueda encontrar la suya” se decía a si misma cada noche antes de irse a dormir.

Cuanto más leía, la joven se sentía más distanciada del mundo que hasta ahora había conocido y a su vez, más llena de conocimientos que suscitan dudas. Ahora sentía más lejos que nunca a las personas de su entorno. Sin embargo se sentía muy apegada y unida a su perruno amigo, que solo con mirarla con sus ojos nobles, parecía que la entendía.

Debido a su corta existencia, Paula no lograba entender muchas cosas de este mundo. Cuanto más conocía, a veces menos deseaba conocer… Pues la actualidad del planeta no era de lo más alentadora y ella se sentía una luchadora nata por las causas justas. Pero por su temprana edad e inocencia, aun no se sentía capaz de poner en orden todas sus ideas y sobre todo, de saber manifestarlas. No entendía como los mayores se hacían daño entre si, solo por dinero, o por conseguir triunfos, que en realidad, no son más que otra forma de egoísmo. No comprendía la hipocresía y la intolerancia… “¿Por qué los adultos no se respetan?” “Preferiría no crecer si he de convertirme en uno de ellos”.

Igual que Peter Pan, Paula tampoco encontraba su sitio en este mundo de adultos. Pero no solo de adultos, sino de personas que se conforman y miran para otro lado ante las crueldades del mundo. Ella era consciente de que era muy joven aun, le quedaba mucho por aprender y muchos tropiezos que dar. Pero si algo tenía claro, es que ella no quería conformarse. Quería sentirse hija de un universo hermoso, como hermosa era una puesta de sol. Es cierto que lo bello no es siempre fácil de encontrar, ya que en el fondo, resulta algo invisible a los ojos. Hasta ese momento, Paula no supo entender que la clave de ello y lo verdaderamente importante, es saber mirar con el corazón.

Aquella misma noche, la joven Paula sonrió al contemplar que una de las estrellas brillaba más que las demás… Y con ello descubrió que su pequeño universo empezaba a abrirse camino…

sábado, 27 de marzo de 2010

Supervivientes...



Supervivientes, somos todos... aunque a veces creamos luchar por todo aquello que nos hace felices. Supervivientes en un mundo de egoísmo e hipocresía. Existen también cosas maravillosas, gracias a la importancia de tener un alma que nos hace ser quienes somos y una personalidad que durante nuestra vida hemos ido confeccionando. No hay unos mejores que otros, pero si somos diferentes. Supongo que la clave debe estar en conocerse, aceptarse y respetarse. No podemos esperar hechos ni acciones de otras personas, pero si podemos aceptarlas como son y actuar nosotros en consecuencia. De ahí tantas veces las decepciones, cuando esperamos o "no esperamos" algo de alguien, cuando en realidad somos nosotros mismos los únicos que estaremos ahí siempre.

Qué curioso... una complejidad más del ser humano, sociable por naturaleza. Necesitamos tener a otros a nuestro lado, sin embargo nuestra propia persona en su autodefensa, sabe como individualizar y protegerse de aquello que cree que puede hacerle daño. Qué contrariedad... cuando muchas veces, quien más daño puede hacerse, es en realidad uno mismo.

Estas líneas no son más que una mera reflexión desde un "yo" interno, en una conexión de palabras y pensamientos que no pretenden ser más complejos ni más ciertos que otros. Sencillamente siento que el plasmarlo, es una forma más de "sobrevivir" para intentar VIVIR desde lo más profundo.

viernes, 12 de marzo de 2010

El horizonte; un camino..



El horizonte asoma ante mí. Estupefacta porque no alcanzo a verlo, no en su plena y evidente línea bien definida. Avanzo sobre mis pasos, y sobre los tuyos... los pasos de todos aquellos que me importan, con los q desearía poder caminar. Recorro los senderos que creo me llevarán hasta la cima. Nadie dijo que el camino fuera fácil, pero tampoco nadie me avisó de lo difícil que podría llegar a ser.
Uno solo aprende cuando vive, cuando camina... cuando aun muy lejos de su meta, sienta que ha disfrutado con algo tan simple como contemplar un paisaje. Es fundamental no apresurarse por llegar, sino saber detenerse, respirar profundamente y observar lo bello de un lugar en calma, del espectáculo de colores que se dibuja ante un ATARDECER... Una SONRISA cálida, la CARICIA de un ser querido, la MANO que nos tiende un amigo, las GRACIAS de aquél a quien hemos podido ayudar y la SATISFACCIÓN nuestra de haber servido de algo, una bonita PALABRA de alguien con quien nos cruzamos cada día en el autobús, un TE QUIERO de verdad... Creo que deberíamos valorar más los detalles que nos acompañan cada día y quejarnos menos por aquello que no podemos tener. En definitiva, aceptarnos tal y como somos, y aceptar la vida tal y como nos viene. Aunque, he ahí el eterno dilema... pues el ser humano es inconformista por naturaleza... ¿y como luchar contra nosotros mismos?
Aunque jamás lograra llegar a la cima, quiero hacer fotos en mi memoria de toda la escarpada, detenerme, coger aire y admirar todo lo que tengo a mi alrededor. No importará entonces si llegué a la cima, si almenos pude avistar el horizonte...

martes, 23 de febrero de 2010

Rojo & Negro



Rojo es tu rostro
Negro el resto del marco
El color que escasea en el mundo
Ha ataviado tu figura
Y los grises que visten las gentes
No responde a tu tersura

Bella y delicada,
Te alzas con soltura
Cuando muchas de las mentes
Escapan a tu ternura

Pequeña e inocente…
¿Cómo entender qué sucede?
Si en el padecer de tu jardín
Nunca saben lo que sientes…

lunes, 22 de febrero de 2010

Pequeña flor..


Flor de radiante luz… Te ves hermosa ante tu reflejo cuando las aguas están calmadas… Pero ese reflejo se distorsiona cuando la lluvia dibuja ondas en el agua. Cuando el viento sopla, tú también te meces con él y tu silueta se desdibuja en el río.

¿Quién no se ha sentido como la flor de la imagen? Que en su propio reflejo se ha visto distinta… Nuestro rostro y nuestra persona, son los mismos día a día, pero el alma cambia con cada detalle, con cada paso y cada obstáculo de nuestra vida. Si nuestro espíritu fuera impasible e inquebrantable ante los acontecimientos que nos sobrevienen, el mundo estaría saturado de cuerpos vacíos de alma y valores. De hecho a veces tenemos la sensación de que no discrepa tanto de la realidad. Pero el ser humano posee una fortaleza y un espíritu de lucha que le ayuda a sobreponerse de todo. Aunque a veces nos parezca imposible...
A pesar de las dificultades, si pudiera elegir, elegiría ser flor... una pequeña flor, que aunque frágil, está llena de vida. Pues la vida, genera VIDA... y lo inerte, MUERTO permanecerá...

viernes, 19 de febrero de 2010

Una imagen vale más que mil palabras...


Ternura, cariño, amor, paz, bondad, dulzura, comprensión, tolerancia, complicidad, confianza, sinceridad, amistad, conexión... Mil palabras podrían hacer referencia a los más bellos sentimientos del mundo... pero una imagen, casi siempre lo dice todo. En mi baúl de los recuerdos, además de coleccionar palabras, coleccionaría imágenes. Todas aquellas que rondan por mi cabeza y dan color a los momentos más significativos de mi vida. Qué hermoso don para el ser humano, ser coleccionista de imágenes y recolector de recuerdos...

martes, 9 de febrero de 2010

Por cierto, adjunto aqui un enlace, que hace referencia también al tema y post anterior...

http://www.youtube.com/watch?v=9l15x3TxE6A

(Un bello ejemplo de como los niños dan a los adultos una lección de humanidad. Preciosa película con un mensaje de fondo que a nadie deja indiferente)

lunes, 8 de febrero de 2010

Un niño; la inocencia del presente, el sueño de un futuro

¿Cuantas veces no hemos anhelado volver a ser niños cuando todo nuestro mundo se volvía gris?
¿Cuantos momentos habremos deseado sonreír con la inocencia de cuando éramos niños?...
Ellos no temen, no se agobian, no se enfrentan a otro por orgullo o por egoísmo. Los niños, son niños... No se preocupan por los problemas que tanto hacen sufrir a sus mayores. En cambio... Se acercará a ti, si te encuentra triste y apenado y te regalará un beso y una invitación a que juegues con él a ese juego tan divertido que acaba de inventar. No llorará contigo, pero secará tus lágrimas y te llevará con él a ese mundo de sueños...
Los niños son el fruto y el legado... La única razón pura e incorrompida de la humanidad ¿Cómo no anhelar volver a ser niño? ¿Cómo no cuidarlos y protegerlos? ¿Cómo no adorarlos? Ellos te obsequian con su mejor sonrisa sin esperar nada a cambio. Ellos son lo mejor de nosotros y la única esperanza para una sociedad vacía de ideales.
Propondré algo: ¿Jugamos a ser niños? ;)

domingo, 7 de febrero de 2010

Tú y yo..

Tú y yo... yo y tú
Los dos en un camino de dos,
en un viaje que cada uno decidió forjar...
Mi sendero es siempre mío, pero también será por siempre tuyo... Es tuyo desde el momento en que elegiste caminar junto a mí y NUESTRO hasta que el universo y nosotros mismos, deseemos continuar en él.
El trayecto no siempre es fácil... Hay rutas escarpadas, montañas rocosas, pero también valles llenos de flores y esperanza.
Tú eres yo, yo soy tú...
juntos caminaremos,
JUNTOS llegaremos

Callada y expectante

Callada y expectante te sientes mujer ante lo desconocido. En un muelle a la orilla del mar, te dejas llevar por la magia de los colores y la immensidad del océano...
En tu búsqueda hacia el otro lado de todo aquello a donde no logras ver, de todo cuanto sabes que no puedes alcanzar... solo te conmueve el batir de alas de una mariposa, que perdida como tú hacia ninguna parte, trata de acariciar tu rostro, suavemente, como la brisa de la tarde. Pasa ante tus ojos, como un ápice de luz en un día gris y te invita a seguir con ella los rincones más embriagadores de tu vida. ¡Síguela mujer! No la dejes escapar...

sábado, 6 de febrero de 2010

Un banco...


Invita a meditar, contemplar, respirar la brisa de un noviembre dulce...

Es curioso como un lugar como este, puede trasladarte a otras dimensiones de la realidad, incluso de lo irracional. Cuando sentada en un banco, sin otra intención que pararte a mirar a tu alrededor, solo puedes colmarte de la serenidad que te rodea y sentirte a gusto contigo misma y con el mundo.