Toda una vida

Esta preciosa foto de toque artístico cayó hace pocos días en mis manos, quizás en el momento oportuno y de la persona más apropiada. Persona a la que debo muchos instantes maravillosos y sabe bien que siempre tendrá un lugar muy especial dentro de mi Rincón de otoño, y por supuesto y sobre todo, en mi vida. Cuando me envió esta foto, me sobrecogió la ternura de sus palabras ante este cuadro otoñal, donde a lo lejos contempló a una pareja de ancianos que caminaban juntos. Seguían su trayecto por el paseo, dejando atrás muchos pasos. Los pasos de toda una vida. Pasos que han sido fruto de la experiencia, la sabiduría, cómplices de alegrías y también seguro, de tristezas... Sin embargo esas personas eligieron vivirlas juntas, el uno junto al otro. ¿Qué mayor ejemplo de amor existe?


Esta imagen es un símbolo para muchos de aquellos que anhelan una vida como esa. Una VIDA en mayúsculas, y desde mi modesto rincón, rindo homenaje a todas aquellas personas que luchan o han luchado contra todos los obstáculos. Para aquellos que son un referente y un paradigma para otros que no han sabido hacerlo, pero que a pesar de todo, siguen intentándolo. Porque el tiempo es un factor imprescindible en nuestro aprendizaje... Y esa pareja de ancianos, que antes fueron unos chiquillos, apostaron por el amor y caminaron de la mano, afrontando las dificultades de la vida. Qué bello debe resultarles ahora mirar hacia atrás, con todo ese largo sendero recorrido, y mirarse además el uno frente al otro. En esas miradas no caben las arrugas, ni el deterioro de la piel gastada por los años... Lo que cabe es la ternura, la complicidad y todo lo que no abarcan a decir y que ven reflejado en los ojos del otro.


Quién sabe si esas parejas octogenarias como la de la foto, no son en el fondo más que unos eternos adolescentes... El cuerpo envejece, los años pesan, las experiencias nos curten... En cambio el alma, jamás se marchita.

"Nosotros", dos piezas de un puzzle

De vuelta en esta tarde de otoño, observo a mi alrededor donde la ciudad ya se ha teñido de luces nocturnas. El frío empieza a notarse y la gente invade las calles, apurando las últimas compras. Me detengo frente a un escaparate adornado con mucho gusto, con artículos del hogar y motivos decorativos. Destaca en el centro una lámpara de mesita, unas láminas de estilo vintage y un centro de mesa vanguardista. Pero lo que más me llamó la atención en realidad, fue un pequeño puzzle, en el que aparecían dos palabras: "ME" y "YOU". Estaba dentro de una cajita, y sujeto con tal gracia, que tenía un espejo en la parte posterior interna, en el que se reflejaba otra palabra: "WE". Me pareció tan bonito, y tan sencillo a la vez, que era justo lo q hubiera elegido llevarme de la tienda. Y así lo hice, no tenía intención de comprar nada, pero ese detalle me había llamado desde la vitrina, entre tantos objetos, la mayoría más sofisticados.

Supongo que un artículo semejante está diseñado más para conmover que para decorar, y en mí tuvo ese mismo efecto. La idea del "TÚ" y el "YO", o viceversa... podía entenderse por separado, como individuos completos que somos. Pero sentimentalmente hablando, cuando el tema es el amor, y el amor de pareja, el "tú" y el "yo" se convierte en "NOSOTROS". Empieza en "uno" y acaba en "dos". Somos seres individualistas, hasta que nos enamoramos, entonces nuestra razón de ser, ya no es uno mismo, sino la otra persona. "Yo contigo y tú conmigo" ¿Pero hay acaso algo más bello? Como apunta una frase muy conocida, lo más hermoso del mundo es amar y ser correspondido. Todo aquél que ama y ha amado, no puede evitar dibujar una sonrisa en su rostro al evocar el nombre de esa persona que inunda su pensamiento y su corazón. Paseando por estas calles, viendo a matrimonios con sus hijos, parejas de felices enamorados cogidos de la mano... te llegan mil recuerdos por minuto de todos aquellos momentos mágicos que has vivido a su lado. Momentos que quisieras para siempre immortalizar en tu memoria.

Es por eso que escogí hoy esta foto. Porque a su vez incluye ese simbolismo de lo que representa el amor, el vínculo y la conexión entre dos personas. Dos mitades de un puzzle, que juntas, consiguen una unidad de pareja y un "nosotros". Y me gusta el enfoque de verlo como dos piezas de puzzle independientes, completas, como somos cada uno de nosotros, pero que juntas, crean algo más, algo maravilloso. Propongo que recordemos e interioricemos cada uno ese "Me", y desde nuestro ser interno, nos abramos después al descubrimiento del otro. Pues nunca se sabe quien nos espera al cruzar la calle con una tierna sonrisa y una mirada cómplice. Como dijo el gran filósofo Blaise Pascal, "El corazón tiene razones que la razón no entiende"... Y aunque el corazón se pueda equivocar, siempre habrá acertado intentándolo.